jueves, 18 de abril de 2013

Educar es principalmente escuchar, acompañar…



Hoy os traigo algo diferente. Para quienes no la hayáis leído os dejo la entrevista que me ha realizado Pilar Martínez Alvarez de Maternidad Continuum dentro de su ciclo titulado "Otra educación es posible". Así sabéis un poco más de mi faceta profesional como profesora de secundaria en la enseñanza pública...


La entrevista original y el resto de entrevistas de la serie las puedes leer aquí 


PM- Myriam, cuéntame un poco de tu historia ¿Eres una maestra con vocación o llegaste a la enseñanza por casualidad?

yo- Soy maestra por vocación. La educación es algo que me apasiona. Siempre he querido ser dos cosas, desde muy pequeñita: maestra y escritora, ambas se cumplen. Había una tercera: cantante, que se perdió por el camino.


PM- España está a la cabeza de Europa en fracaso escolar, de hecho uno de cada tres jóvenes no termina la secundaria ¿Cuál crees que puede ser el motivo?

yo- Primero, tal vez aclarar que no es un fracaso escolar sino un fracaso del Sistema Educativo en mayúsculas. Ningún niño/a fracasa. Todos los estudiantes son válidos. Muchos no terminan la secundaria porque lo que les están ofreciendo desde arriba tiene muy poco que ver con lo que les gusta, con su cotidiano, con lo que les hace felices. 

Cuando hablamos de “fracaso dentro del sistema educativo” lo hacemos solamente en términos de rendimiento académico. Si hablásemos de felicidad, de satisfacción, de curiosidad o creatividad del alumnado, la cifra sería todavía aún mayor. Por desgracia, los estudiantes (tengan la edad que tengan) siguen sin tener voz.


PM- Eres profesora de adolescentes ¿Por qué crees que los niños pierden las ganas de aprender y se convierten en adolescentes desmotivados?

yo- Yo no creo que los adolescentes estén desmotivados, al menos, no la mayoría, Yo creo que están desmotivados principalmente dentro del aula, así de triste y así de duro. Los adolescentes, más conectados al niño que fueron, siguen necesitando disfrutar del ahora, vivir en el ahora. Se les educa para ir pasando cursos para llegar a algo (universidad, ciclos superiores, mundo laboral) que les es muy lejano. 

Los adolescentes siguen cultivando sus sueños de manera individual o en grupo (música, deporte, graffitti, baile, naturaleza, escritura…). Hay una creatividad brutal en la adolescencia que se queda fuera. Todo eso podría caber en la escuela.

PM- ¿Es posible enseñar sin las amenazas, los castigos y el miedo a la nota final? ¿Se puede conseguir que los niños (y adolescentes) aprendan por el placer de aprender?

yo- Es posible. Yo hace años que lo hago y no soy la única. De hecho es la única manera de enseñar. Lo otro coaccionar, obligar, dar o quitar “nota” a alguien a cambio de que memorice una información que tal vez no le interesa, no merece ese nombre. 

Los adolescentes responden al amor y al respeto. Incluso los considerados más conflictivos, en un clima amoroso, colaboran, aportan, aprenden, enseñan. Son unos seres fantásticos socialmente muy poco comprendidos. Son un espejo para los adultos y eso nos duele.

PM- Nuestros hijos se aburren en clase, aprenden de memoria y al día siguiente lo olvidan ¿Qué cambios incluirías tú en el sistema educativo para que esto no ocurriera?

yo- Son tantos, no sé por dónde empezar: asistencia NO obligatoria, horarios flexibles y mucho más cortos, eliminar las aulas, integración de los padres/barrio, ratios más pequeñas, liberarnos de la lacra de las asignaturas, abandonar los exámenes y la puntuación por conocimientos tan arbitraria que tenemos, dar paso a la creatividad, la locura, la felicidad, la conexión con la naturaleza, la vida…

La más importante es escucharlos. El sistema educativo creado a sus espaldas no funciona, no nos/les hace felices. Así que hay que ser humildes y ver y preguntar ¿qué necesitáis? ¿Cómo lo harías vosotros? ... Y que ellos nos marquen en camino. Educar es principalmente escuchar, acompañar…

PM- ¿Alguna cosa más que nos quieras comentar?

yo- El amor incondicional hacia cada uno de los seres que tenemos delante, a los cuales se nos ha dado el privilegio de acompañar es la gran asignatura pendiente. Todos sabemos que requiere un gran trabajo personal previo. 

Ninguna persona incapaz de ofrecer amor incondicional debería dedicarse a la educación por muy docto que sea en su materia. Ese intercambio está destinado al fracaso. Para educar hay que estar abierto a aprender y a que se nos rompan los esquemas. Hay que ser capaz de ver lo que cada ser humano ha venido a aportar. Dejémoslos brillar. Son sorprendentes.



Pilar Martínez y Myriam Moya Tena

6 comentarios:

  1. Siento las mayúsculas del inicio, blogger no me deja quitarlas, besitos

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  2. Ojalá hubieran muchos más profesionales así! Se cambiaría la sociedad, se construiría un mundo mejor... Hace falta mucha fuerza para luchar contracorriente, ánimo! Sigamos por éste camino. Un abrazo.<3

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  3. Si queremos podemos! Esperanza para la himanidad: nuestros hijos!!

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  4. He sentido el amor que desprenden tus palabras, huelen a verdad.. muchas muchas gracias por relacionarte así con los adolescentes que te vinculas todos los días. Eres la prueba de que se puede elegir, se puede escoger una educación más respetuosa para con los niños, aún desde dentro del sistema educativo actual, es seguro difícil pero se puede. Interesante también la última reflexión "El amor incondicional hacia cada uno de los seres que tenemos delante, a los cuales se nos ha dado el privilegio de acompañar es la gran asignatura pendiente. Todos sabemos que requiere un gran trabajo personal previo". Cuántos de nosotros hacemos ese trabajo???? De nuevo gracias, un abrazo. Patricia

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  5. Cuánta verdad y razón hay en tus palabras. Lástima que los de arriba no lean ésto ni tengan ni idea de cómo educar. Así va nuestro país. Marta

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  6. un gusto leerte y un bálsamo para los adolescentes que te acompañen!!

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